Estoy
intentando promover el boca a boca, y como no empezar por los compañeros de
trabajo, así que llamé a mi compañero Antonio, buena persona y buen profesional
donde los haya, y le dije que si quería probar las tartas que hacía yo. Por
supuesto la duda le ofendió, y como tiene un nieto precioso y es un enamorado
de su mujer, le hice una tarta para que la probara en casa.
Por lo visto,
cuando llegó a su casa, la señora le preguntó que qué era, que no podía ser una
tarta, que si era un joyerito o qué. Es decir conseguí sorprender a la mujer de
Antonio, que cuando la probó le supo a gloria. De cómo premió la mujer a
Antonio, no me comentó nada, pero creo que estupendamente.
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