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sábado, 11 de enero de 2014

MI PRIMER ROSCÓN DE REYES



       Ya están acabando las fiestas navideñas en España, y ya se sabe que los Reyes Magos son el colofón con el que todo termina, incluidas las vacaciones de los niños, que deben retomar sus clases.

       De siempre ha habido un dulce que ha pesar de lo goloso que soy, ha podido conmigo, ya que por su sabor, aún siendo de los que se compran en lugares de renombre, y siendo de buena calidad, llega un momento que me hastía, sí, esa podría ser la palabra. Es decir, que con un poco de este dulce ya tengo más que suficiente hasta el año siguiente.

       Bueno pues, este año, mira por donde, tengo ganas de probarlo, pero claro como en estas fechas por circunstancia estoy solo, no me apetece comprar un roscón, aunque sea barato, para comerme mi porción anual, así que decido que cuando tenga a mis dos catadoras oficiales juntas les voy a hacer uno, pero claro como ya han pasado las fechas no he encontrado la fruta escarchada, así que hemos tenido que conformarnos con dátiles deshuesados. Me pongo a buscar recetas, pero como es un dulce que llevo tiempo queriéndolo hacer y le tengo mucho respeto, me decido por una receta de Youtube de un canal que se llama “postres decorados”, y en el que sale una señora que explica las cosas de una manera amena. El enlace para verlo es este:

          http://www.youtube.com/watch?v=pM8p5mOP_kc

          Así que manos a la obra.

       Lo primero que hay que hacer es una “masa madre”, no, que nadie se asuste, tan sólo es un pequeño paso que hay que hacer y consiste en coger:

·        15ml de leche templada
·        20grs. de levadura, pero fresca de panadero, no vale la levadura química en polvo normal que se le pone a los bizcochos.
·        2 cucharadas soperas de harina
·        1 cucharada sopera de azúcar

Pues bien, se echa en la leche la levadura, y se remueve hasta que se disuelva, una vez disuelta se añada la harina y el azúcar, se remueve un poco, y se deja descansar tapado en un lugar cerrado. Te vas al bar a tomarte un cafelito, si es la hora, si no, te tomas una cerveza con tapa y sueñas con el desayuno que te espera con el roscón. Es decir, tómate tu tiempo y relájate, que el trabajo del roscón es lentísimo. Cuando veas que ya ha fermentado la levadura, yo en mi caso, comencé el proceso a las 16.00 hs, fui a comprar y me olvidé del roscón. A las 21.00hs, me acordé que tenía que añadirle los siguientes elementos.

·        300grs. de harina
·        50grs. de mantequilla a temperatura ambiente
·        60grs. de azúcar.
·        50ml. de leche templada
·        1 huevo
·        1 cucharada generosa de ron
·        2 cucharadas generosas de agua de azahar
·        Ralladuras de una naranja y de un limón
·        1 pizca de sal
·        1 cucharada sopera de miel (opcional), que a mi se me olvidó

Ponemos la harina en un cuenco, y le añadimos la mantequilla, amasamos, mejor con las manos, hasta que la harina haya absorbido toda la mantequilla. Una vez llegado aquí, comenzamos a agregarle los demás ingredientes, no hace falta ni remover, ponemos la masa madre, luego el huevo, el azúcar, el ron, agua de azahar y las ralladuras, que yo en este caso, como lo vi hacer en un vídeo cogí una naranja y la pelé, hice lo mismo con un limón, y con el azúcar de la receta cogí y las metí en un molinillo y listo, ya tenía preparadas las ralladuras. Se echa la sal y se remueve todo un poco hasta que se vaya haciendo una masa, a la que se le va añadiendo poco a poco la leche templada. (Por Dios!!!, qué complicado de explicar, con lo fácil que es luego todo).

Una vez obtenida una bola de masa, se amasa en un lugar firme, pero esta vez intentando voltear la masa y golpeándola, para que coja elasticidad. Se amasa entre 5 y 10 minutos, y se deja que descanse la masa, tapándola en un lugar cerrado, (yo para esto utilizo el horno).

Cuando veamos que ha duplicado su tamaño, es el momento de hacer otra vez una bola, a la que abriremos un agujero en el centro, que agrandaremos lo más posible, ya que luego cuando crezca en el horno puede que hasta se cierre. Le damos una capita de huevo batido, para que se dore y coja un color bonito, se le añade almendras fileteadas, o picadas, al gusto del consumidor, y se coge un poco de azúcar a la que se le añade unas 2 o 3 gotas de agua y se le pone por encima esparcida, y al horno a 180º durante unos 15 a 20 minutos.

Cuando esté listo, se deja enfriar y se rellena bien con nata, o con cabello de ángel, o crema pastelera, o lo que a uno le venga en gana.



El sabor no tiene nada que ver con los que venden, no sé qué palabra le pega más si “delicioso” o “Exquisito”. Lo que sí tengo claro es que no voy a esperar a Reyes para volver a comerlo.






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