Se pone en contacto conmigo mi amiga
Aline, con la que desde hace tiempo tengo ganas de colaborar, ya que hace unas
“mesas dulces” de ensueño. Me dice que necesita una tarta de comunión y para
una chiquita llamada Paula, y es morena (que conste), para el sábado día 17 de
mayo, y yo, entre que no me doy cuenta que es miércoles, y por lo tanto quedan
2 días, y entre que tengo muchísimas ganas de colaborar con ella, le digo que
sí.
Comienza la maratón!!!!, ¡¡¡me doy
cuenta, que sólo tengo 2 días!!!, estress, estress. Comienzo por hornear los
bizcochos, y aunque tengo claro el diseño que me ha pedido, no me doy cuenta
que los tamaños de los moldes son casi iguales, tan sólo 2 cms de diferencia,
es decir ¡¡¡nada!!!, pero como el tiempo pasa y es implacable sólo sé que tengo
que cumplir con el encargo, ya que la responsabilidad es muy grande, y el
tiempo, especialmente ahora, es oro.
Me pidió el cuerpo inferior de bizcocho
de chocolate con ganaché de chocolate, pero como le comenté, tanto chocolate
iba a quedar un poco fuerte, por lo que le indiqué que mejor ponerle una capa
de Swiss Meringue buttercream de chocolate blanco con sabor frambuesa, ¡espectacular!
(esta vez en vez de hacer el S.M. buttercream con claras de huevo
pasteurizadas, como venía haciendo, utilicé claras de huevo, y el resultado no
tiene nada que ver, la buttercream que hice, además de por el chocolate blanco,
era bastante más firme, con lo que desde aquí digo adiós a las claras
pasteurizada, ya que por otra parte al hacer el Swiss Meringue buttercream se
pasteurizan al calentarlas al baño maría).
El bizcocho superior, tenía que ser de
vainilla con capas de S.M.B. sabor naranja y ganaché de chocolate negro.
Aline, no pudo evitar mandarme un Whatsup
desde la comunión, ¡¡le encantó la tarta!!. La satisfacción que sentí fue muy
grande al contribuir en ese día tan feliz para cualquier niño.
Desde este, mi humilde blog, sólo me cabe
decirle a la princesita Paula
¡¡¡MUCHAS FELICIDADES!!!